sábado, 17 de diciembre de 2016

Capitulo 10

Sus palabras resonaron en mi cabeza y un escalofrío en todo el cuerpo, no pude asimilar lo que me dijo.
– ¿Que dijiste? –se lo digo seriamente.
–Bueno no es cáncer de que me moriré ya.
Tomó su cigarro y lo tiró en el suelo.
–Dime que es una de tus bromas, y si lo es no es graciosa. –mientras apago en el suelo ambos cigarros.
–Ojala fuera broma. – la vista se le pone un poco perdida viendo hacia la nada. –desde niña me detectaron un quiste en el pulmón. Mi madre fumaba demasiado. Lo dejo cuando se enteró que estaba embaraza. –baja la mirada. –no la culpo, fue un embarazo sin síntomas. Su regla le seguía normal, no le creció para nada el vientre. 
Se dio cuenta, cuando sintió unos dolores y el doctor le dijo que  estaba embarazada. Dice mi abuela que lloro de felicidad, en ese momento dejo sus vicios. Pero el daño ya estaba hecho...

–Pero si desde que naciste lo tienes, ¿cómo es posible...? –
– ¿...que siga viva? –me interrumpe ella viéndome a los ojos. – el cáncer está dentro, mas no hay riesgo. Dice mi doctor que puedo seguir con mi vida normal que lo más probable sea, para cuando sea mucho más mayor el cáncer haga lo suyo con mi cuerpo.–se queda en silencio. Y sonríe. –pero no tienes que preocuparte tal ve cuando sea mayor ya ni nos conoceremos, yo estaré casada con cuatro hijos y un gato. Y tu serás el abogado que quieres ser con tres esposas, recién compradas del mercado negro...–Nallely ríe entre sus ojos llorosos.
–No digas tonterías –le repongo.–
Si es así ¿por qué fumas?, puede aumentar el riesgo, ¿sabías eso?.

– ¿Sabes qué? –dice mirándome fijamente. –tienes razón. Ya no fumare, fumaba por los problemas que tenía con Derek. La presión de estar a su lado me hizo agarrar pocos vicios. Pero ya es suficiente –Se pone de pie golpeando la palma de su mano con su puño. – Empezaré de nuevo. Ningún vicio ni nada por el estilo. Cambiare mi vida.
– ¡Espera! – la interrumpo preocupado por lo que dice. – ¿y los videojuegos? También son un vicio ¿sabías?
–Prefiero morir antes que dejar eso. – Me mira con cara desafiante.
–Menos mal. –Le aplaudo.
–Si Armando, quiero cambiar, ya no seré la misma de antes, debo ver por mi futuro ¿sabes? , quiero me, casarme, tener una buena vida.
Y... –me toma de las manos y me levanta.

Me mira fijamente. 
Ambos de pie. Entre cruzó mis dedos con los de ella.
La diferencia de estatura no era mucha. Eleva un poco la cabeza.  Me toma de las mejillas con sus suaves manos, cierra los ojos, y acerca su boca hacia la mía. A menos de dos centímetros de distancia de nuestros labios.

–... y quiero que estés a mi lado, en todos esos días. –con voz muy suave entre susurros.
Termina la frase, besándome apasionadamente.

Fueron los segundos más maravillosos y largos de mi vida.
Recordé cuando la conocí, no podía creerlo. Estaba muy feliz.

Nos separamos unos pocos centímetros.
La tomo de la cintura y la acerco más a mi cuerpo. Estaba demasiado excitado. Nuestras respiraciones se agitaban, nuestros corazones latían demasiado a prisa.
Ella me sonríe tiernamente.

–Te quiero Armando. –me vuelve a besar y unas lágrimas de felicidad deslizan sobre su mejilla.
La abrazo fuertemente y la levanto de la cintura, unos cuantos centímetros, sin  dejar de besarnos.
Era octubre, la luna era demasiado grande, como dicen:"no hay mejor luna que la de octubre”. Tenían razón al respecto, la luna era maravillosamente enorme. Daba un ambiente mágico.
Nallely cruzo sus piernas entre mi cintura, y la tomó de los muslos.
–Espera. –me separo del momento. – ¿Estas...segura?
–No hables. Solo actúa Armando. Deja te llevar  – me reclama y me sigue besando.
Abro la puerta de mi casa. Después de subir las escaleras entre besos y caricias. Llegamos a mi alcoba, la recuesto sobre  mi cama, lentamente. Como a una persona muy frágil. Seguimos besándonos hasta des vestirnos. Me sentía demasiado nervioso, y sé que también lo estaba ella. Puse un poco de música romántica, aun la recuerdo "Sam Smith- I am not the only one" . Para no des concentrar el momento.
No sabíamos que hacer, era nuestra primera vez, ella  no sabía nada al respecto. 
Si no fuera por las instrucciones de mi hermano y películas que miraba. Hubiera sido un total fracaso. El caso fue, que... simplemente nos dejamos llevar, nos conocíamos, imaginamos que quería cada uno de nosotros en la intimidad. Fue la mejor noche de mi vida. Estaba enamorado de ella, estábamos enamorados. Entre diferentes posiciones, la miraba demasiado contenta y demasiado entusiasmada. Nunca olvidare los gestos que aparecían en su rostro. La oscura noche y la brillante luna retomaba cada parte de su hermoso cuerpo desnudo. Nos abrazábamos, nos besábamos, nos acariciábamos. Hicimos mucho más que solo el amor. La noche fue larga y mágica.

Después de terminar todo el acto. Los dos fatigados, se recuesta  en mi pecho. Con nuestra respiración acelerada aun.   Yo la observaba mientras ella dormía.
Le acomode su cabello en forma de caricia y le susurro–Te amo.
Sin esperar respuesta alguna ella abre los ojos y me besa.

–Y yo a ti Armando.

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